Los masajes y mascarillas no son la única forma de tratamiento capilar, ya que el sólo hecho de lavarse el pelo correctamente es un proceso muy importante para la salud del cabello.
Por lo que es necesario realizarlo de la mejor manera posible y por qué no, siguiendo algunos consejos propuestos por la revista española Hola.
SHAMPOO ADECUADO
Para lograr un buen lavado, en primer lugar es necesario buscar la fórmula de shampoo más adecuada para cada tipo de cabello. Por lo que si se tiene un pelo seco, es preferible elegir uno que tenga como principal función nutrir e hidratar el pelo. En cambio, para cabello graso, es necesario optar por fórmulas que contengan potentes agentes limpiadores.
Por otro lado, el cabello fino debería lavarse con shampoo que tenga agentes volumizadores, y el cabello dañado se verá beneficiado con fórmulas ricas y nutritivas.
Para aquellas personas que sufren de caspa, lo mejor es utilizar shampoos que tengan como principal acción, combatir la bacteria causante de este trastorno.
El cabello normal o para quienes deben usar el mismo shampoo entre muchos integrantes de la familia, lo mejor es elegir una fórmula de uso diario, que limpie el pelo suavemente sin dañarlo ni secarlo mucho.
APLICACION
Antes de aplicar el shampoo es necesario asegurarse de que el pelo esté totalmente mojado, y luego poner sobre la mano una cantidad de esta fórmula del tamaño de una moneda de 100 pesos y masajear suavemente.
Es cuando se distribuye el shampoo por el resto del cabello, desde la raíz y hasta las puntas.
Aunque el exceso de shampoo no es bueno, ya que sólo deja residuos y pareciera que el cuero cabelludo tuviese caspa. Por lo demás, la cantidad de espuma que se haga no da cuenta de un mejor o peor shampoo, sino de la calidad de sus agentes espumantes.
Es necesario también asegurarse de no enredar el cabello al aplicar shampoo, aplicándolo con movimientos que imiten el gesto de una pinza, oponiendo el pulgar contra los otros dedos, siempre masajeando desde arriba hacia abajo.
AGUA
Cuando ya se ha aplicado el shampoo, es importante enjuagar sin dejar residuos bajo el agua de una ducha. Y en caso de que el pelo no se lave todos los días, sería necesario repetir la aplicación del shampoo, ya que este segundo lavado ayudaría a dejar el pelo limpio y sano.
En el proceso de enjuague, es recomendable usar agua tibia, ya que cuando está demasiado fría no se logra eliminar la grasa, y cuando está demasiado caliente puede dejar el pelo grasoso.
Por lo que para obtener un pelo brillante, el secreto es aplicar un chorro de agua fría al final de todo el proceso, lo que ayuda a cerrar las cutículas del cabello y así se refleja más la luz.
Las cutículas corresponden a la parte externa de la fibra del pelo, estructura que requiere de mayores cuidados, ya que está expuesta a las agresiones del medio externo.
ACONDICIONADOR
Contrario a lo que habitualmente se piensa, el acondicionador no sólo es necesario para el cabello seco. Ya que su función es actuar sobre la cutícula del cabello y así protegerla de agresiones externas, creando una superficie lisa que favorece el brillo.
Para aplicar el bálsamo, es importante repartirlo en todo el pelo, ayudándose con una peineta de dientes anchos, la que debe usarse suavemente sin tirar el cabello. Y no dejarlo actuar más tiempo del indicado.
Por lo que es necesario realizarlo de la mejor manera posible y por qué no, siguiendo algunos consejos propuestos por la revista española Hola.
SHAMPOO ADECUADO
Para lograr un buen lavado, en primer lugar es necesario buscar la fórmula de shampoo más adecuada para cada tipo de cabello. Por lo que si se tiene un pelo seco, es preferible elegir uno que tenga como principal función nutrir e hidratar el pelo. En cambio, para cabello graso, es necesario optar por fórmulas que contengan potentes agentes limpiadores.
Por otro lado, el cabello fino debería lavarse con shampoo que tenga agentes volumizadores, y el cabello dañado se verá beneficiado con fórmulas ricas y nutritivas.
Para aquellas personas que sufren de caspa, lo mejor es utilizar shampoos que tengan como principal acción, combatir la bacteria causante de este trastorno.
El cabello normal o para quienes deben usar el mismo shampoo entre muchos integrantes de la familia, lo mejor es elegir una fórmula de uso diario, que limpie el pelo suavemente sin dañarlo ni secarlo mucho.
APLICACION
Antes de aplicar el shampoo es necesario asegurarse de que el pelo esté totalmente mojado, y luego poner sobre la mano una cantidad de esta fórmula del tamaño de una moneda de 100 pesos y masajear suavemente.
Es cuando se distribuye el shampoo por el resto del cabello, desde la raíz y hasta las puntas.
Aunque el exceso de shampoo no es bueno, ya que sólo deja residuos y pareciera que el cuero cabelludo tuviese caspa. Por lo demás, la cantidad de espuma que se haga no da cuenta de un mejor o peor shampoo, sino de la calidad de sus agentes espumantes.
Es necesario también asegurarse de no enredar el cabello al aplicar shampoo, aplicándolo con movimientos que imiten el gesto de una pinza, oponiendo el pulgar contra los otros dedos, siempre masajeando desde arriba hacia abajo.
AGUA
Cuando ya se ha aplicado el shampoo, es importante enjuagar sin dejar residuos bajo el agua de una ducha. Y en caso de que el pelo no se lave todos los días, sería necesario repetir la aplicación del shampoo, ya que este segundo lavado ayudaría a dejar el pelo limpio y sano.
En el proceso de enjuague, es recomendable usar agua tibia, ya que cuando está demasiado fría no se logra eliminar la grasa, y cuando está demasiado caliente puede dejar el pelo grasoso.
Por lo que para obtener un pelo brillante, el secreto es aplicar un chorro de agua fría al final de todo el proceso, lo que ayuda a cerrar las cutículas del cabello y así se refleja más la luz.
Las cutículas corresponden a la parte externa de la fibra del pelo, estructura que requiere de mayores cuidados, ya que está expuesta a las agresiones del medio externo.
ACONDICIONADOR
Contrario a lo que habitualmente se piensa, el acondicionador no sólo es necesario para el cabello seco. Ya que su función es actuar sobre la cutícula del cabello y así protegerla de agresiones externas, creando una superficie lisa que favorece el brillo.
Para aplicar el bálsamo, es importante repartirlo en todo el pelo, ayudándose con una peineta de dientes anchos, la que debe usarse suavemente sin tirar el cabello. Y no dejarlo actuar más tiempo del indicado.
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